Por el uno de mayo, hablando de comuniones. Una conversación sin sentido, la verdad; pero ¿y qué? Míranos ahora. Ha sido muy poco tiempo, pero me has ayudado muchísimo, más que muchas personas en meses o incluso años. No sé como lo haces, pero cada vez que te necesito; estás ahí, y consigues que me ría, que me olvide de todo lo demás y que piense que hay que ser feliz. Consigues que en ese momento sólo me preocupe de reírme.
Sólo quería darte las gracias; por entenderte tan bien como me entiendes y por tantas paranoias (L)
Te quiero muchísimo hermana!
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