Si estás mal, llora, desahógate, grita, corre, vuelve a llorar si hace falta. Pero quítatelo de dentro, no te lo tragues, no te lo comas tú sola. Y sí, luego, arrepiéntete. Arrepiéntete mucho... créete que al final se va a volver a solucionar. Ten esa confianza. Tú verás a dónde se llega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario