// -Tía, siempre estáis igual; tienes que darte cuenta de que no eres feliz... Es un día sí, y otro también...
+Ya, ¿y qué?Puede que cuando me pelee con él, no tenga ganas de nada, sólo de morirme. Puede que le salte borde a todo el mundo, aunque no tengan la culpa... puede que por mucho que le repita las cosas, las siga haciendo y eso me dé aún más coraje; pero lo quiero.
-Pero hay muchos tíos más,¿sabes? Y aunque parezca que ahora mismo lo quieres mucho, después se pasa todo, hazme caso; lo sé.
+ Te acabo de decir que lo quiero, y sólo a él. No creo que lo vaya a olvidar tan fácilmente. Si me tengo que amargar 4 veces a la semana, pues me amargaré, aguantaré todo lo que pueda, porque si, lo quiero. Y me da igual que hayan 6 millones de tíos más en el mundo, me da exactamente igual; porque estoy segurísima de que aunque me de un abrazo cada uno, voy a seguir prefiriendo un sólo abrazo suyo. Y un beso suyo. Y que él me mande un mensaje. O que me diga que soy pequeña; que es cierto que no me gusta que me lo digan, pero si me lo dice él, me da completamente igual.
-No lo vas a querer para siempre... además, no tienes porqué ser feliz tres veces al día... pudiendo ser 7.
+Puede que la felicidad que tenga en esos tres días, supere la de los otros siete.
-O puede que no, y que te estés perdiendo mucho por estar con él.
+Lo que sé, es que quiero estar con él. Con él, sí. Con el que puede cometer muchas veces los mismos errores, y después reprocharte a tí... con él, tal y como es. Y que quiero estar mucho tiempo más.
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